Globovisión/Prensa BCV
De acuerdo con estimaciones preliminares, el Producto Interno Bruto (PIB) a precios constantes experimentó en el primer trimestre de 2010 una disminución de 5,8%, respecto al mismo período del año anterior. En este comportamiento influyeron: la restricción temporal al acceso de divisas para las importaciones de bienes y servicios, la menor demanda agregada interna de consumo e inversión y el efecto de las condiciones ambientales que obligaron a la aplicación de un plan de ahorro con la finalidad de garantizar el consumo racional y equitativo de la energía eléctrica.
Desde el punto de vista institucional, el valor agregado bruto del sector público disminuyó 2,8% en el trimestre, mientras que el de la actividad económica privada registró un descenso de 6,0%, en ambos casos al comparar con el primer trimestre de 2009.
Actividades económicas:
El mencionado resultado de la actividad económica en el primer trimestre del año estuvo determinado por las disminuciones registradas en el valor agregado de las actividades petrolera (-5,0%) y no petrolera (-4,9%), respecto a igual período del año anterior.
Actividad petrolera:
El comportamiento en el primer trimestre se asocia a bajas en la producción de crudos y refinados, derivadas de problemas operativos confrontados y de paradas de planta por mantenimiento de las refinadoras. Adicionalmente, el uso de plantas termoeléctricas como alternativa de generación de energía, obligó a una mayor canalización de productos refinados para atender la demanda del mercado interno.
Actividades no petroleras:
En el desempeño observado en las actividades no petroleras destacan el crecimiento del valor agregado de los servicios comunitarios, sociales y personales (2,8%) y de las comunicaciones (9,7%). Sin embargo, estos resultados no compensaron las disminuciones que experimentaron: los servicios de transporte (-15,9%), el comercio (-11,6%), la industria manufacturera (-9,9%), los intermediarios financieros (-9,7%), la construcción (-7,8%), la minería (-4,8%), los servicios inmobiliarios (-4,8%), electricidad y agua (-2,0%) y los productores de servicios del gobierno general (-0,2%). Debe señalarse que en estos comportamientos incidieron la menor disponibilidad de insumos de origen importado, el plan de ahorro energético y la disminución de la demanda agregada interna de inversión y de consumo final.
Industria manufacturera:
En el sector manufacturero destacan los crecimientos en la fabricación de sustancias y productos químicos (3,3%), prendas de vestir (4,1%), maquinarias y aparatos eléctricos (6,9%), textiles (10,4%), papel (12,4%) y minerales no metálicos (24,6%). Sin embargo, la contracción observada en la industria estuvo determinada por el menor volumen de producción en las principales ramas del sector privado: muebles (-46,8%), metales comunes (-39,7%), caucho y productos de plástico (-25,9%), productos elaborados de metal (-23,6%), vehículos (-19,2%), fabricación de maquinaria y equipos (-16,4%) y edición e impresión (-13,7%).
A pesar de la disminución en la industria de alimentos (-4,5%), es de destacar el repunte en el volumen de producción y procesamiento de carne y derivados (4,3%) y en el trillado y molienda de trigo (13,7%), lo que refleja un significativo esfuerzo de este sector para impulsar la oferta de bienes alimenticios de origen interno.
Construcción:
El menor nivel de esta actividad en el período, obedece, entre otros factores, a la menor asignación de recursos a los entes demandantes que están adscritos al gobierno general; a la disminución del financiamiento derivada del agotamiento de la cartera hipotecaria regulada y del fondo de ahorro obligatorio de vivienda (FAOV), que condujo a la suspensión temporal del subsidio habitacional; a los problemas con el suministro eléctrico; al retardo en la nueva contratación colectiva del sector; a la resolución que prohíbe el uso del IPC para indexar el precio de las viviendas y a la escasez de los insumos básicos.
Bajo el enfoque institucional, la construcción demandada por el sector público registró una disminución de 3,5%, asociada a un menor requerimiento de obras de infraestructura por parte de los organismos del gobierno general (-16,1%). Este comportamiento fue atenuado por los crecimientos de 67,7% en obras públicas residenciales y de 7,9% en la construcción demandada por las empresas públicas, en particular las petroleras (25,4%), relacionadas con la construcción de pozos, con el mantenimiento mayor de plantas de refinación y con la ejecución de obras vinculadas a plantas termoeléctricas.
Por su parte, la construcción demandada por el sector privado disminuyó en 11,0%, tanto en la ejecución de obras de carácter residencial como no residencial.
Comunicaciones:
Esta actividad ha mantenido la tendencia expansiva (+ 9,7%) por 25 trimestres consecutivos, en esta oportunidad soportada en la incorporación de servicios relacionados con nuevas tecnologías en la aplicación de agresivos planes de inversión que han permitido la ampliación de la cobertura geográfica, que han incrementado el número de usuarios y el valor agregado de los sectores público y privado en 13,9% y 5,4%, respectivamente.
Productores de servicios del Gobierno General:
Los servicios de salud y enseñanza reflejaron crecimientos de 1,6% y 2,5%, respectivamente, en correspondencia con la continuidad de la política social orientada a la ampliación de los programas que favorecen en forma directa a la población de menores recursos. Sin embargo, la leve caída registrada en los servicios producidos (-0,2%) por este sector obedece a la reducción temporal de la jornada laboral, originada en el plan de ahorro energético. Esta medida también afectó el empleo de personal contratado, lo cual impactó, en particular, la prestación de servicios de administración pública y defensa (-2,8%).
OFERTA Y DEMANDA GLOBAL
La oferta agregada se contrajo en 16,7%, por el efecto combinado de una disminución de 39,7% en las importaciones y del mencionado descenso del PIB.
La demanda global disminuyó como consecuencia de las reducciones observadas tanto en la demanda agregada interna (-17,8%) como en las exportaciones (-8,1%). El resultado de la demanda agregada interna se asocia a las disminuciones reflejadas en el gasto de consumo final privado (-5,9%), en el gasto de consumo final del gobierno general (-0,2%) y en la inversión bruta fija (-27,9%).